lunes, 2 de junio de 2008

WALL-E, el nuevo Pixar

El próximo 6 de agosto llegará a las pantallas españolas Wall-E, la nueva producción de Pixar (unos genios, incluso su peli más floja, Cars, tiene su gracia). El nuevo film está dirigido por Andrew Stanton, responsable de una de las joyas de la corona de la compañía, Buscando a Nemo.

La campaña de promoción de Wall-E nos regala ahora estos magníficos vídeos dónde el entrañable robot descubre "extraños objetos" hechos por el hombre. Y todavía hay muchos más por la Red. Con esos ojillos dan ganas de abrazarlo.






Para todos aquellos ajenos a las obras maestras de Pixar, hagan lo posible por ver Monstruos S.A. o Los increíbles, dos películas que dan sentido al cine de animación.

domingo, 1 de junio de 2008

HEREJÍA: Vuelve el conejo cadáver

A principios del nuevo milenio, un director novel conseguía cuatro duros y creaba una de las mejores películas de ciencia ficción de los últimos años. Me refiero a Richard Kelly y Donnie Darko.

El film, un oscuro cuento sobre la adolescencia y ¡¿los viajes en el tiempo?! se convirtió en una obra de culto gracias a su éxito en el video/DVD casero. Protagonizada por el hasta entonces desconocido Jake Gyllenhaall, un sorprendente Patrick Swayze y Drew Barrymore (produtora del film), Donnie Darko exprimió los cerebros de los espectadores con un sorprendente final al ritmo de Mad World de Gary Jules.

Pues bien, la afición de Hollywood por estropear viejas glorias del cine continúa con el inicio de rodaje de Samantha Darko, o sea, Donnie Darko 2. Todavía me entran escalofríos al escribirlo. Lo mejor de todo es que el film NO será ni escrito ni dirigido por Richard Kelly, NO será protangonizado por Gyllenhaal, y NO tiene nada que ver con el anterior film. Bueno si, versa sobre las "apasionantes" aventuras de la hermana pequeña de Donnie y su relación con Frank, el conejo de dos metros de altura que me puso los huevos de corbata.


No entiendo estas secuelas y remakes sin sentido, que continuarán llegando gracias a nuevas entregas de Rocky, y no Balboa, sino la siguiente... o a remakes de clásicos como Los pájaros del maestro Hitchcock (¡Cómo se atreven! ¿No se quedaron contentos con haber destrozado Psicosis?).

Menos mal que nadie nos borrará de la memoria los originales. Donnie Darko es única y este engendro nunca llegará a las pantallas (espero....).

Por cierto, una RECOMENDACIÓN muy efusiva: escuchar su banda sonora, excelente. Sin más.

INDIANA SE HACE MAYOR, pero sigue siendo el mismo

Indiana Jones es todo un mito del cine de aventuras, y eso, nadie se lo quitará.

Parece que esta máxima estava muy presente en las mentes de Steven Spielberg y George Lucas a la hora de concebir esta cuarta entrega del arqueólogo más famoso del cine. "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal" no es un esfuerzo por renovar la saga ni un intento de sorprender con giros argumentales. Es más de lo mismo. ¿Y es eso positivo? os preguntaréis... y la respuesta es... depende.

Yo no tengo respuestas para todo, pero puedo decir que en el cine disfruté más que Speed Racer en una carrera de coches con dosis de prozac (vaya pestiño de film, por cierto... ). Indiana se hace mayor, pero su mundo no ha cambiado. El humor de la saga sigue estando presente gracias a unos (pocos) gags sublimes; las secuencias de acción son más trepidantes que nunca, filmadas magistralmente por Spielberg (incluso eso nunca cambia) y Harrison Ford no ha perdido un ápice de su carisma.

Además, los malvados gozan de un gran capitán de barco (Cate Blanchett convertida en dominatrix) y la recuperación de ciertas caras conocidas supone todo un acierto (la adorable Karen Allen embobada con su héroe).

Para todos aquellos que estáis esperando novedades y sopresas, mejor que os quedéis en casa (alguna sorpresa hay, pero se ve venir a leguas). En cambio, para los que buscáis las aventuras de siempre, esta película cumple las expectativas.

Eso si, hay un par de cosas que me irritaron especialmente y me gustaría comunicarlas al señor director, quien seguro que lee este estupendo blog: Steven, tus obsesiones con los --- mejor las dejas para otros films, y esa escena final en la iglesia casi se carga los estupendos 100 minutos iniciales. Cuidadito con los happy ends, que a veces pueden resultar... ridículos.